Antonio Romero

Antonio Romero

 

Antonio Romero (1978, San Salvador, El Salvador)

¿Cómo definirías la creación contemporánea salvadoreña en estos momentos?
La producción contemporánea salvadoreña se encuentra en un período interesante, hay creadores con una gran calidad técnica y visión global del arte y destacan incluso a nivel internacional; si bien se dan muchas formas de expresión, es la pintura aún la reina de las artes visuales, esto no quiere decir que creadores de otras disciplinas se encuentren en un estadio inferior, más bien refleja la madurez del arte visual salvadoreño en general, ya que los artistas entienden en general las diversas expresiones como propias y transitan de la pintura a la instalación, al objeto, la intervención y el performance con fluidez (aunque hay artistas definidos con una manera de expresión visual).

Existe una correspondencia con la realidad social del país. ¿La consideras necesaria?
En la actualidad todas las maneras de concebir el mundo se relacionan y participan en correspondencia al contexto; participamos de un mundo más interconectado y los artistas salvadoreños se encuentran conectados no solo por la información “que llega” sino por su actividad dentro del sistema del arte; la participación en mercados europeos es más escasa, se dan exposiciones a lo largo de Iberoamérica y Estados Unidos, principalmente, y esto define al contexto salvadoreño en el mundo del arte.

Trabajas como diseñador, pero nunca has dejado la pintura. Cómo se interrelacionan los distintos lenguajes en tu obra.
La pintura y el diseño se pueden relacionar, pero también son dos formas distintas de concebir la creación; en cualquier caso es una ganancia, la efectividad y precisión que da el diseño con la fuerza expresiva que agrega la pintura. Todo es ganancia, el lenguaje es el mismo.

Últimamente has incorporado la cerámica a tu trabajo. ¿Qué te aporta este material?
La cerámica me permite diseñar obras con una fuerte carga expresiva, es interesante por su forma matérica y contundencia para transmitir mensajes. El volumen me permite realizar piezas que se pueden tocar, usar y transitar, esto es invaluable a la hora de generar contenidos, la relación perceptiva es más profunda e íntima.

Desde tu punto de vista ¿Cuáles serían las principales carencias del arte europeo? ¿Centroamérica cree todavía en el sueño americano?
El artista salvadoreño ya no es tan idealista, más bien es práctico y ve en Estados Unidos una ventana de difusión y venta… un potente mercado, atrás ha quedado la idea del sueño americano y muchos artistas trabajan desde El Salvador para un mercado que representa a más 300 millones de habitantes. De Europa solo opiniones básicas, he expuesto una vez en París y una pieza de diseño en Madrid, mi conocimiento va más por las conversaciones con amigos. Europa tiene fortalezas en un sentido histórico y por ser un nodo del arte se puede acceder a una cantidad tremenda de impulsos que potencian la creación, ahora bien, Europa ve muy poco a Centroamerica, de hecho casi nada, y esa miopía le resta en términos artísticos (incluso más…).

De qué influencias artísticas se alimenta tu obra y cuáles son tus referentes actuales?
Estudié arte con una especialización en pintura, en ese sentido me alimento de las corrientes globales del arte, admiro mucho a diversos artistas, pero prefiero no tener referentes directos para no afectar el proceso de creación de la obra; las piezas que realice de 2001 a 2006 han sido con cierto sabor Pop, de 2007 a 2008 hice muchos ejercicios con influencia del diseño, y ahora estoy en una etapa de transición entre expresionismo y transvanguardia, creo que el arte es un proceso de reconocimiento de uno mismo, un análisis de contexto a partir de las propias historias, miedos y traumas.

Es más difícil ser artista ahí que en cualquier otra parte del mundo.
Es dificil y fácil a la vez en todos lados, depende de la forma de abordar el arte, la creación, la gestión y la comunicación del trabajo que se realiza. Una de las dificultades es la inexistencia de becas o financiación del Estado para la creación artística, esto obliga a buscar becas internacionales que posibiliten la realización de proyectos concretos. En términos educativos, desde 1998 ha decrecido la calidad de la formación artística, el CENAR (Centro de Nacional de Artes) fue cerrado como institución formadora de profesionales y se ha mantenido la infraestructura solo para cursos artísticos, la Escuela de Artes de la Universidad de El Salvador no ha renovado la plana de maestros y esto genera involución. Pero aún así los artistas se autoforman en paralelo a formación oficial y terminan superando en un plazo más largo las dificultades del contexto. El mercado salvadoreño es limitado y existen varias galerias de arte pero en terminos de seriedad profesional básicamente tenemos una galería que de paso es recatada y no representa a nuevas tendencias. Al participar de la globalidad del arte, con regularidad se reciben visitas de gestores internacionales, gestores de museos, curadores, etc, que refrescan y dinamizan el arte local, lo que posibilita la inclusión del arte salvadoreño en mercados más dinámicos y abiertos.

¿Qué proyectos tienes a corto plazo?
He tenido cierta dinámica por la visita de agentes internacionales a la Fábrica, un estudio compartido del que participo. Hemos recibido la visita de curadores del Museo del Barrio de Nueva York, del Museo de Houston, Latinoamericanos, la curadora de la Bienal Centroamericana Tamara Díaz, la gestora y curadora Claire Bruekel. Ahora mismo estoy en conversaciones para cerrrar una muestra individual en Guatemala para 2016.

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